Mi lugar, este que ocupo hoy en esta escena, no tiene más pretensión que mostrar una complicidad vehemente, apasionada y enamorada de la creación de mujeres que piensan, hablan, miran, y desean entrar en la búsqueda múltiple, plural para la instalación de lugares otros; mujeres que se sitúan en la necesidad rebelde de incomodar los territorios en los que persiste la imposición de una voz homogénea, que desde una pretendida autoridad, dice aquello permitido y sancionado.