Resumen
Este trabajo está dedicado a analizar en una perspectiva dinámica las características más importantes de las funciones subjetivas del Sistema Neuroendocrino. Estas funciones se originan en la interacción entre los individuos de diversas especies y sus medios. Son fenómenos fenotípicos, es decir que están basados en una disposición genética que permite la aparición de la base neural de la subjetividad, pero el contenido de los procesos subjetivos depende del medio o de los medios con los cuales el individuo interactúa. Sin cerebro no hay subjetividad, sin medios en interacción tampoco la hay.
Las funciones subjetivas - subjetividad - son una de las funciones integrativas del cerebro, conjuntamente con la reactividad y la plasticidad.
Durante un largo tiempo la subjetividad fue tratada como un fenómeno peculiar de diferentes denominaciones: mente, conciencia, alma, espíritu. Estas categorías son producto de la reflexión, de fuerte significado ideológico. Todas ellas se refieren a procesos subjetivos.
El cerebro tiene la habilidad de «subjetivar” la información que recibe a través de la codificación de la actividad de los canales sensoriales aferentes. Este fenómeno consiste básicamente en transformar la información en un fenómeno virtual accesible directamente al cerebro que lo produce, y a través de la introspección y el lenguaje, a otras personas.
La subjetividad es un fenómeno psicológico plástico analítico-sintético de carácter
histórico. Esta función es capaz de «producir” (imágenes y percepciones) y “reproducir” (percibir sus propias percepciones) los fenómenos subjetivos en una permanente dinámica dialéctica. Oscila entre la «realidad» y la «fantasía», entre la percepción sensorial y la producción más endógena. Es capaz de generar estímulos inhibitorios o excitatorios que pueden operar sobre el Sistema Neuroendocrino.