Este trabajo busca dar cuenta del vínculo entre la noción de dignidad y los derechos humanos, señalando el modo en que esta podría ser adecuada para que la nueva Constitución responda a los intereses y esperanzas de la ciudadanía que propició su génesis. En este orden de ideas, la primera parte de la investigación busca mostrar la forma en que la dignidad se relaciona con las demandas expresadas en el estallido social chileno de 2019, como recurso retórico que ofrece un núcleo semántico común a los diversos movimientos volcados en las calles. A continuación, se aterriza la discusión en el plano jurídico, acudiendo a los aportes del derecho internacional y doméstico, siguiendo una estructura expositiva que distingue entre la relación de la dignidad con derechos negativos y positivos, para dar cuenta del modo en que la satisfacción de las exigencias normativas que ella impone, supone obligaciones negativas de abstención y positivas de proveer las condiciones que permitan llevar una vida digna.