Diseñar es establecer un nuevo orden, a partir de lo que es hacia lo que debe ser, donde este nuevo orden se expresa o materializa en un artefacto (físico o virtual). En este proceso de cambio –y toma de decisiones– están involucrados (y dosificados) componentes racionales e intuitivos. ¿Cómo se aborda el proceso?, ¿qué preguntas se hace el diseñador y cómo encuentra las respuestas?, ¿qué tipo de conocimiento es el conocimiento de y para el diseño?, ¿cómo toma el diseñador las decisiones creativas?, ¿cómo se produce el “salto creativo”?. La revisión del sistema conceptual de Charles Sanders Peirce, su pragmatismo (pragmaticismo) y su concepción de razonamiento abductivo ayudarían a la reflexión sobre aspectos esenciales que caracterizan (pero no determinan) la actividad de diseño. El diseño, como disciplina proyectual, encuentra una afinidad epistemológica con los principios pragmatistas, según los cuales son los efectos de las cosas los que pueden tener repercusiones prácticas o experimentables y a partir de ellas se moviliza el pensamiento para la acción en el mundo real. El pragmatismo, en tanto filosofía del conocimiento, abre caminos de comprensión respecto al proceso del proyecto, así como de la investigación de diseño y su enseñanza.
Poblete Pérez, A. (2018). Reflexiones sobre abducción, pragmatismo y diseño. RChD: Creación Y Pensamiento, 3(5). https://doi.org/10.5354/0719-837X.2018.51686